Me viene la imagen a día de hoy todavía, tres adolescentes en mitad de la curva haciendo eses y ocupando ambos sentidos del carril bici, ellos subiendo y yo bajando...
El miércoles cuando desperté de esa pesadilla, cuando vi la bici tirada y yo no podía andar ni levantar la bici, pensé, se acabó, se acabó la temporada, la bici reventada con año y medio de "vida". En el hospital me dijeron la única buena noticia, no tenía nada roto y la bici sólo rasguños y la rueda de detrás inservible, pero los dolores me decían que el sábado era imposible estar en la línea de salida.
Ni la fe que tiene Gerardo, mi fisio, ni la que tengo yo en él me dan esperanza alguna. Me saca hueco de donde no lo hay para verme jueves y viernes. Él dice que voy a acabar la carrera y yo le digo que esta vez ni de coña, que en el hombro tengo un dolor muy intenso al estirar el brazo o coger cualquier cosa y la pierna no la doblaba más de 90 grados ya que el muslo tenía una contusión e inflamación considerable. Es verdad que con sus sesiones y crema de calor mejoraba así que el viernes pruebo en piscina a nadar distancias cortas y suave, con alguna molestia soportable podía hacer el juego del brazo pero respirando por la izquierda.
Así que ahí estoy, en la línea de salida, esperando terminar mi noveno half cual milagro porque la bici puede ser pero la carrera impactar en el suelo me extraña mucho.
En natación el hombro molesta pero según va calentando voy cogiendo ritmo y a pesar del puñetazo que me llevo en la cara, todas las rectificaciones que tengo que hacer ya que no puedo ver las boyas porque me duele cada vez que levanto la cabeza y baso los 1900 metros en ir a pies de la gente. Sobrevivo a este sector, primer paso del milagro realizado, vamos a por el siguiente.
La siguiente prueba no es otra que la T1, 800 metros de subida con el neopreno puesto hasta la cintura. Lo hago a ritmo suave pero constante para calentar pero no cargar y las sensaciones son buenas de momento. El camino desde que coges la bici hasta la línea donde nos permiten subirnos a ella tiene un tramo de bajada llena de piedras para hacer más simpática la transición, si cabe...
Me subo a la bici y ni me acuerdo de caídas, dolores ni nada, doy pedales a fuego y punto, voy pasando participantes y cogiendo buen ritmo poco a poco. Casi tenía más miedo al tramo de adoquines de la presa puentes viejas por la rueda de atrás que me arregló el máquina de Manu (Leganés Bike) que al dolor del muslo, me refiero en este sector. 74 kilómetros, 1150 metros de desnivel, con toboganes constantes donde el acople no es el protagonista especialmente. Cuando me pongo de pie en la bici en las rampas más duras me pincha bastante el
La T2 solamente que tuve que atarme los cordones puesto que se me olvidó poner los elásticos en las nuevas Hoka Carbon X2 que compre el martes ya que me he comido la suela de las que tenía de tanto camino de tierra. Algo que no se debe de hacer, estrenar unas zapatillas en una prueba tan exigente pero al ser las mismas y como venía, era la menor de mis preocupaciones.
Salimos a correr y parece que no molesta la pierna mucho. Tengo delante solo una persona que quiero superar, como objetivo prioritario si no hay molestias, así que voy en un ritmo bueno teniendo en cuenta de la dureza del mismo, 20 kilómetros con 180 metros de desnivel y el fuerte calor. Le voy viendo en los giros pero va muy fuerte y no le recorto así que nada, me centro en acabar dignamente la prueba que hace muchísimo calor y muchas pendientes, debido a lo cual hubo mucha gente andando y que llegaron fuera de control. Half muy bonito pero para el espectador jjjjj, yo no me enteré del paisaje nada, de los más duros que he hecho, si no el más. 14 de mi categoría, 31 de la general, obrado el milagro.
El único fracaso es no intentarlo.







