Las medidas y protocolos de prevención anti-covid previstas por organización, corporaciones locales, la Fetri y demás instituciones han sido muy controladas por parte de voluntarios, oficiales y participantes, personalmente me he sentido muy tranquilo haciendo lo que más me gusta, hacer deporte con libertad sin miedo a ser contagiado. Incluso no se ha visto practicamente gente por los recorridos animando ni en bici ni en la carrera (así lo pidió la organización), algo negativo para nosotros porque ese extra de motivación no lo hemos tenido pero hemos ganado en seguridad sanitaria.
Este triatlón tiene comienzo el 10 de marzo de este detestable año, ese día caí enfermo por el perverso bicho, si os cuento desde el día que creo que me contagié, todo lo que pasé y los 30 días que estuve metido en una habitación daría para una crónica-chapa pero de las buenas. Os resumo, 4 días muy malos, a los 15 días más o menos haciendo rodillo y pesas en mi celda. En dicho mes debido al estado en el que quedé y por la situación en la que nos encontrábamos me dí de baja del half de Guadalajara, el de la Rioja y el de Peñíscola. Cuando pude salir del encierro y poder entrenar, os podéis imaginar, ritmos nefastos, sensaciones de fatiga nunca antes vividas pero poco a poco me fui encontrando mejor hasta tal punto que en junio me encontraba bastante fuerte. Tanto es así que vi en redes sociales que en Madrid seguía adelante el half de Madrid y que se iba a disputar con todas las garantías y con total seguridad el día 27 de septiembre y me inscribí con bastante ilusión. Le dije al entrenador Manuel de Zona de Meta, en cuyas filas milito ahora ya que me gusta mucho el planteamiento del club en todos los sentidos y su forma de trabajar, que me pusiera a tope con la cope para esa fecha. Además él ya me conocía y es conocedor de los problemas con mis tendones de Aquiles y gemelos, lo cual ha tenido muy en cuenta en cada uno de los entrenamientos de las tres disciplinas. Pues bien, el viernes 25 sobre las 19 horas nos comunican que se suspende la competición echando las culpas a la administración, lo cual no discuto ni dejo de discutir pero los tiempos y las formas son muy discutibles, tampoco voy a profundizar que no quiero que la chapa sea muy chapa.
Tras este bajón, puesto que llevaba todo el verano entrenando a saco y me encontraba super fino ya que estaba hasta cuidando la alimentación, con el sacrificio que eso conlleva para los que nos gusta zampar y embarrarnos como dice mi amigo Terren (por cierto a ver si bajas ya de el palco y hacemos algún entreno juntos), decido inscribirme en Peñíscola de nuevo a pesar de la incertidumbre dada la situación que estamos viviendo, por desgracia, de libertad de movimientos, contagios y suspensión de competiciones. Tenia que aprovechar mi estado de forma y quitarme la espinita de competir este año.
A Peñíscola están apuntados Roberto y Julian de ZDM, el cual tiene un mérito increíble por la situación familiar que están atravesando, un abrazo fuerte y mucho ánimo a todos los que están luchando como guerreros contra “el otro bicho”. Ellos tienen alojamiento pillado y me ofrecen una plaza ya que tienen sitio, lo cual estaré siempre agradecido. Hace dos semanas el gobierno central declara el Estado de Alarma con lo que no se puede salir de Madrid, bien, nosotros decidimos no anular la inscripción por si acaso dicha situación cambia para la fecha del triatlón y poder viajar. Llegado el sábado 17, el Estado de Alarma sigue vigente, y cual delincuentes que huyen de la justicia decidimos salir con nuestras mochilas y bicis en el vehículo correspondiente rezando para que no hubiera ningún control. La salida de la Comunidad de Madrid más larga de nuestras vidas, yo pensaba que Fuentidueña del Tajo era la “frontera” por la carretera de Valencia, pero me dice Julián que todavía quedan unos kilómetros, pero por fin pudimos celebrar que éramos libres!! Ya lo sé, y es muy respetable, sé que algunos y algunas pensaréis que no hemos respetado las normas, yo tengo la conciencia tranquila cuando pienso en esas concentraciones en bares, parques y demás lugares donde las administraciones nos concentra con horarios y sin ellos, con intereses económicos y sin ellos, no os podéis imaginar la cantidad de medidas que se han tomado en la prueba y como ha respetado todo el mundo las mismas.
Llegamos a Peñíscola, el alojamiento es un piso antiguo pero en una situación de ensueño, parte alta del casco antiguo junto al castillo, a 100 metros de calle empedrada de una caída buena al mar, que si no es por el robusto muro del peñón daría hasta miedo bajarla. Nos disponemos a sacar bultos y bicicletas del vehículo para subirlas escaleras arriba al segundo piso y colocar todo cada uno en su habitación. Comemos, recogemos dorsales y al alojamiento de nuevo para colocar los mismos y preparar un poco todo de cara al día siguiente.
De nuevo escaleras del edificio y peñón abajo con las bicis, ya uniformadas para la ocasión, para dejarlas en boxes este día antes de las 20:00 horas, a lo que estábamos obligados para evitar aglomeraciones el domingo. Es entrar en la zona de boxes y ya hace chiribitas el estómago, aunque entres dos días antes. Decido dejar las ruedas con presión puesto que hacia fresquito y además no se podía dejar allí el día de la prueba nada que no entrara en la mochila. Pues nada, cogemos algo de cena, rica en hidratos, nada, 5 pizzas solamente, er juli come como un pajarillo y sobra bastante, que nos vino muy bien también te digo, de recuperador para cuando llegamos al piso con todo el material después de terminar los tres el tri a las 16:00 horas. Comentar que mi cabeza me la vuelve a jugar el día antes de la prueba como de costumbre (estoy convencido que es mi cabecita y más adelante sabréis porqué) y me empieza a doler el gemelo izquierdo cada vez más según pasan las horas, y les digo a los compis que me voy a casa a terminar de preparar todo y estirar y darme crema como si no hubiera un mañana. Es verdad que para la fecha del Half de Madrid en ningún momento tuve problemas físicos, llegaba perfecto, pero a la semana siguiente ya empecé a visitar a mi querido fisio Gerar por el gemelo derecho y a la semana siguiente por el izquierdo, contracturas debido al estrés seguro, porque tampoco estaba metiendo ya mucha intensidad en los entrenos. Estrés por no poder entrenar la bici ya que no podía salir de mi localidad, estrés por la incertidumbre de si podríamos competir… antes de cenar comienzo con el ritual de preparativos, preparo tema natación, neopreno, guantes para meterme dentro del mismo, mono de competición, gorros, gafas, vaselina, chip, calcetines viejos para tirarlos antes de meterme al mar; tema ciclismo, zapatillas, casco, portadorsal (este año han vuelto a obligar a ponerlo en la bici, si alguien me lo explica guay...), barritas y bidones preparados como siempre con geles en el aero del cuadro e isotónico en el bidón del acople; tema carrera, zapatillas, gafas y visera y por último cargar el reloj.
Nos ponemos hasta arriba de pizza y para la cama, me duermo enseguida pero a las 5 como un reloj y como los últimos días me despierto y ya no vuelvo a conciliar el sueño, no entiendo cual es la razón porque ni siquiera es la hora a la que me levanto para trabajar. A las 06:30 suenan los despertadores porque los boxes los abrían para preparar el material a las 07:30 y nosotros estamos alojados a menos de 10’ andando, nos da tiempo de sobra a desayunar mi famoso “Abafé” con un par de tostadas de lo que vengo desayunando ultimamente, con aceite, aguacate y pavo. Mando el penúltimo burofax tipo Messi y a la zona cero.
Hace un frío que pela, las estimaciones que daban era como de 14 grados a las 8 de la mañana y máxima de 20 grados sobre las 2 de la tarde, y como siempre se equivocan, 11 grados a las 8 y más de 22 sobre las 2 de la tarde seguro. Yo soy mega friolero y solo pensaba en el frío que iba a pasar en la bici después de salir del mar, tenía preparado toalla para secarme el cuerpo, calcetines, manguitos, braga, cortavientos y hasta maillot largo.
Nos metemos al agua con el formato Rolling start para asegurar las distancias de seguridad entre participantes, vamos con covid o sin covid, por favor mantener dicho formato porque podremos nadar sin golpearnos 50 veces cada 100 metros, una maravilla. El agua estaba bien, 19º para nadar, perfecta, después de andar-correr-saltar unos 100 metros hasta coger profundidad suficiente para poder bracear, lo cual tenemos que hacer de nuevo para salir pero más metros todavía y cargando las patas ya antes de subir a la bici, yo nado super recto de boya a boya y creo que voy a ritmo de 1’40”. Esta natación es de lo más bonito que he hecho en mi vida, rodeando el peñón con sus grandes muros y su agua cristalina, disfrutando lo que puede uno disfrutar en una competición. Cuando doy al lap en la manta del lector de chips veo el tiempo de natación y menudo bajón, 37’ a ritmo de 1’52” me sale el sector de natación, bastante flojo para los ritmos que he llevado en la piscina pero bueno, me digo ahora aprieto en la bici un poco y recupero algo.
Llegamos a boxes y me seco, sí, pero decido no coger nada de ropa porque realmente no tengo demasiado frío y qué leches, que las fotos con manguitos no molan… Lo mejor del día, cuando me estoy poniendo el casco para salir junto a mi cabrita escucho a un chaval jovencito que necesita una cámara, que ha pinchado, pero vamos, tampoco muy nervioso, gesto tranquilo, y le digo que yo tengo una pero que esta al fondo de la mochila, que saque todo, la coja del bote de herramientas y luego vuelva a colocar todo que si no me iban a descalificar y demás y me voy, cuando llegué a boxes a recoger la bici tras pasar por meta me dicen que quiere ponerse en contacto conmigo un tal Jordi Montraveta, que es un pro, un máquina que quiere agradecerme el tema. Yo pensaba por la edad que era un chaval, que era su primer half, que iba a dejarse 10’ cambiando la cámara y que su objetivo era terminar, pues nada más lejos de la realidad, era el dorsal 2 y quedó el 22 de la general pese a todo con unos tiempos de extraterrestre con los que le habría disputado sin duda la carrera al Bisonte, al gran Aguayo. Por cierto, el máquina éste me ha escrito un sms dándome las gracias y pidiéndome el número de cuenta para hacerme un ingreso, la calidad humana que demuestran los pros de este deporte tan mal pagado y tan poco promocionado. Por supuesto no le di ningún dato y le dije que un honor haber ayudado al futuro campeón de larga distancia.
Estuve toda la semana pensando si traer la cabra o la de ruta porque en los 90 kilómetros de bici salía un total de 1070 metros de desnivel positivo acumulado, lo cual me llevaba a pensar que ir con cabra me iba a penalizar. Me vi videos de otros años, pregunté y pedí consejos a gente de larga distancia con experiencia y todos me decían
que viendo el perfil era para ruta pero fijo. Pero mira, no estaba tan
fino como en septiembre, tenía problemas con los gemelos, no iba a hacer buen tiempo y sobre todo llevaba tres meses dando caña a la cabra y no se había estrenado con dorsal. Me dije, antes muerta que sencilla, el tri sin postureo no lo veo. Cabra al canto!!! Y acerté, efectivamente me salieron 1070 metros pero en realidad se trata de una sucesión de toboganes en los que cuando bajas o llaneas ya coges el pequeño tramo de subida con buen ritmo, eran subidas cortas, algunas exigentes pero asequibles para una cabra. Se me dio bastante bien teniendo en cuenta el perfil ya que hice 33,8 km/h de media, aunque viendo la media de algunos te bajan a la tierra echando leches. Poco más que añadir, que en el km 8 más o menos se me cayeron los bidones tras coger un bache bastante rápido y paré a recogerlos ya que en uno llevaba los geles con algo de agua como siempre hago y en el otro el isotónico que suelo consumir con el perfil de la etapa pegado “to friki” y porque además los avituallamientos tenías que desviarte y perder algo de tiempo con lo cual me compensaba parar, se me salió la cadena ya que comenzaba inmediatamente una buena rampa y cambié de mala manera en parado pero con los nervios no atinaba a ponerla bien…en fin, perdí un par de minutos pero contento por lo general, fui a buen ritmo sin forzar tampoco mucho por miedo al gemelo. Por cierto, como siempre Manu de la tienda de Leganes Bike me ha vuelto a dejar la bici como la seda, gracias bro.
Llego a boxes, me calzo las zapatillas, visera, gafas y a por los últimos 21 kilómetros, temperatura perfecta para mí, todo por paseo marítimo o sea llano total. Llevaba un poco de molestia desde el comienzo en el gemelo derecho, no el izquierdo que me dolía el día anterior (por eso digo que mi cabecita…), pero pensaba que iba a ritmo cómodo, que a ese ritmo aguantaría los 21 si no me pinchaba el gemelo, es decir, rompía, y si rompía pues paraba el crono y para mi había acabado el tri en ese punto por lo que ir sumando kilómetros era mi único objetivo en ese momento. Tenía pensado mirar el crono en cada giro, pues se trataba de tres vueltas a un circuito de unos 7 kilómetros y así lo hice. Cuando llegué al primer giro llevaba una media de 4’05” que bajó a 3’58” en el siguiente giro de los 7k y que mantuve hasta el km 14 más o menos ya que en el 15 me vino un pequeño bajoncito que me supuso acabar en meta a una media de 4’06”. El viernes quería hacer la media maratón a 4’20”, el sábado con las molestias del gemelo firmaba el 4’30” osea que cuando iba viendo el crono estaba alucinando por un lado y por otro con miedo a petar, pero me decía, si peto y bajo el ritmo qué me puede pasar, ¿acabar a 4’20” ó a 4’30” que es lo que tenía pensado? y empecé a tirar de cabeza y a sufrir un poquito, no mirar mucho el crono y continuar a ese ritmo.
Entrada en meta espectacular de ensueño con unos tiempos para estar muy orgullosos, y emocionado por todo el trabajo que me ha costado llegar hasta aquí, con todo lo que hemos pasado este año y por lo que
supone acabar un Medio Ironman en estas condiciones, ¡mi séptimo Medio!.
![]() |
supone acabar un Medio Ironman en estas condiciones, ¡mi séptimo Medio!.
Por supuesto dar la enhorabuena a estas dos personas gigantes de corazón, que me han aguantado, que me han ayudado y que se han estrenado en la distancia con mucha dignidad, os recuerdo que no todo el mundo sabe sufrir y muchos tampoco saben apreciar y saborear el entrar por una meta de éstas y vosotros lo habéis gozado que al final es de lo que se trata. ver esas dos caras con lágrimas en los ojos hacer que todo esfuerzo y sacrificio merezca la pena.
Creo que es la primera vez que acabo la crónica y no tengo pensado cual es la siguiente prueba a la que me voy a inscribir, aunque hay una levantina que me llama y tiene distancia full!!! Aquí si que decide mi querida mujer a la que ya he dado las gracias y termino dándoselas de nuevo, te quiero nena.
Resultado: 65 de la general (372 finisher) y 10 de mi grupo de edad (176 )










