sábado, 25 de mayo de 2019

El milagro de Lanzarote

     Mis primos Pedro y Esther, mis más fieles seguidores, me esperan en la puerta del hotel a las 05:40 puntualidad Benigna, que bien nos lo ha enseñado el tachus. Me acompañan hasta la zona de boxes con los nervios y la tensión típica de esos momentos. Sólo se ven caras de esclavos que van a salir al foso, pocas sonrisas, el viento, la temperatura del agua está para pocos chistes. 

     Quedan mis primos en la playa y me dispongo a realizar los últimos preparativos, pongo las zapatillas en la bici, pongo bidones, doy presión a las ruedas, entrego bolsa de avituallamiento especial y la de guardarropa. Visito a Roca por segunda vez en la mañana, ya sabéis lo mio es salir a nadar sin peso.

 
   Me dirijo junto a Kikov a la carpa que hay para cambiarse y poder ponernos el neopreno, siguen las caras largas, se respira la tensión, no es para menos, el día va a ser largo y muy duro. Allí está José y Antonio, este si sonríe algo, es la alegría de los Ironneses. Puesto neopreno nos vamos a la zona de playa desde donde salimos.

     Típicos comentarios del señor Gasque y bocinazo, se acabaron los nervios, al agua pato que le encanta decir a mi pequeño. No he vivido montonera igual en el agua, no vi un hueco mayor que mi brazo en bastantes metros, hasta pasados 200 metros por lo menos no empecé a brazear. Pasada la primera boya me pasé al otro lado de la hilera de boyas pequeñas para intentar disfrutar algo y no derrochar energía en evitar golpes, alguno más lo hace también. Así hacemos una primera vuelta sin mayor problema, salimos a la arena y de vuelta al agua sabiendo que ya es restar metros. Los últimos 1000 metros los hago con un triatleta con quien voy a la par, nunca me había pasado ir tanto tiempo junto a la misma persona en aguas abiertas. Si alguno se desviaba algo nos corregiamos con señales bajo el agua ayudándonos del dedo índice. En este caso se podía hacer porque el agua es
increíblemente cristalina, se veía el fondo en todo momento, una maravilla las aguas de Lanzarote. Así hasta que nos levantamos para salir del agua y nos dimos la mano sabiendo que el primer trámite se había salvado con éxito. Si se puede considerar éxito la hora y 13 minutos invertidos...

     Primera transición donde efectivamente tenía que haber hecho caso a un compañero canario, (un tal Francisco Javier Trujillo Cabrera, campeón del ultraman nonstop y varias pruebas de larga distancia, con el que he estado todas las tardes, en la piscina del hotel) el cual participaba por quinta vez aquí, y era ir con las zapatillas de la bici puestas y no dejarlas en la bici ya que se iban a llenar de arena tanto calcetines como zapatillas, pierdo algo de tiempo en solventar este problema yéndose la transición a 7 minutacos.


     La bici se empieza picando para arriba un poco y viento, estando donde estamos y la fama que le precede, moderado, con lo cual con mucha cabeza y disfrutando hasta que llegó el que podía haber sido el puñetero punto negro de mi vida deportiva, así de claro lo digo. Kilómetro 34 más menos, curva a la derecha de bajada, me despisto un segundo para preguntar a Antonio si iba bien ya que le alcanzo demasiado pronto y me preocupa, me abro hacia afuera sin ser consciente y al frenar la grava me impide corregir la dirección y me voy contra el quitamiedos. No recuerdo la caída ni como me hice el corte del brazo en el que me tuvieron que poner 5 puntos al final de la prueba pero según vi la herida y la bici con la rueda delantera destrozada, el freno izquierdo colgando y el acople muy bajado, me dije, aquí acaba todo? Ni de coña, no me puse a llorar por vergüenza. Se me apareció la Virgen y por supuesto ahí estaba él, mi chico, mi ángel. Una chica de Protección Civil que me tapó la herida a la que debo la vida porque no me sangró mucho mas, seguramente por su buen hacer y por supuesto a los mecánicos de Shimano, que me pusieron otra rueda y apañaron freno y manillar. Uno de ellos me ayudó a reanudar la marcha y cuando empecé a pedalear sin problema confirmé lo que ya sabía, Dios existe y cerquita de él, mi pequeño. 


     Sólo pensaba en que no tuviera alguna otra cosa la bici y tener que retirarme más adelante y parecía que iba bien la cosa, incluso el cambio de perfil delante me iba a venir hasta bien, debido al aire tan fuerte que se alcanzaba en algunas zonas del recorrido, que venía de costado. Volví a encontrarme con Antonio de lo cual me alegré porque sabía que él iba preocupado como luego me confirmó, le conozco y es muy sentido, muy buena gente. Continuamos para bingo, subimos el puerto del mirador del Río, que para mi es lo más bonito del recorrido sin lugar a dudas. De ahí se podían haber hecho fotones pero creo que los fotógrafos no han estado a la altura de la organización ni del prestigio de esta prueba, es lo único malo de todo así que tiene un 9,9 de nota final Jjjj. El recorrido de bici lo han cambiado con respecto a otros años, en general muy bonito, muy peculiar todo el relieve lunar que reina en la isla volcánica, sus montañas y sus playas son únicas también, pero lo que es único de verdad aquí, es el puñetero aire que no ha dejado de dar caña en los 7 días que hemos estado, y esto es lo que la hace una de las pruebas más duras del calendario.


     Llegamos a Puerto del Carmen y he logrado llegar sano y salvo con la espalda algo reventada de ir mal acoplado, tanto estudio y tanto entreno para hacer 150 kilómetros con la espalda de aquella manera. No lo subí porque con el brazo así no tenía fuerza y me dolía y me daba miedo abrirme la herida y los chicos de Shimano no se dieron cuenta. T2, dejo la bici como quien se quita la mochila en la cima de un 8 mil, me voy a por mis zapatillas y cuando me quito el casco veo que tengo un fuerte golpe a la altura de la nuca, los milagros existen y las personas que montan en bici por ciudad sin casco también existen y prefiero no calificarlas, eso sí, os pido no llamarlos ciclistas. 


     Empiezo a correr y noto que, como siempre, voy ligero y no quiero mirar el reloj hasta pasado unos kilómetros, cuando llegó al km. 5 veo que voy a 04:35, ufff mira voy bien, para bajar tiempo hay, espero no penar al final como otras veces y aguanto hasta el km.25 la media de 4:40. Me empiezan a quemar las plantas de los pies, no se si por las plantillas que me he hecho este año y con las que he entranado estos meses sin problema o por la arena que no me quite en la T1 (la arena de aqui no se quita ni con el agua si no frotas bien), el caso es que previsor de mi, a Perico le doy unos
calcetines (que ya tuve que cambiarme en un Ironman) y las plantillas originales de las zapatillas. Así que en el km 23 veo a mi primo y me siento en un bordillo, me quito una zapatilla en lo que le grito a mi primo "¡¡las plantillaas!" Y me mira y me dice, "las tengo allí", señalando asi como a la otra punta de la isla y no le mando a freir esparragos de milagro al mamón. El pobre creo que hizo su 10K mas rápido de su vida, va dirección a donde se gira en la siguiente vuelta donde llega prácticamente y me las da, la verdad es que lo note bastante, me relajaron bastante o quizas fuera psicológico, el caso es que me dio la vida el carreron del futuro triatleta... Después me llegó el muro, el de juego de tronos no, uno peor que ya conocemos los de larga distancia, el que te llena la cabeza de cosas negativas, "llevas las patas como un jamón serrano", "anda un poquito que no llegas", " no tomes más geles que esos retortijones te van a matar"... Era una vuelta de 20 km que pasabas la zona del aeropuerto, ésta muy dura por el viento, el calor y la ausencia de avituallamiento, ya me habían hablado de ella y luego dos vueltas de unos 11 km donde hay más gente animando (incluidos los míos, Esther y mi niña por un lado, Pedro y Alejandro por otro, Vane por otro, repartidos para animarme, sois geniales) y se hace más llevadera pero hasta que no empecé la última recta a meta sufrí bastante aunque seguía adelantando
cadáveres de esos que se emocionan en la bici bastante y que tampoco vienen muy preparados, todo hay que decirlo, pero bueno luego salen con sus más de 14 horas con la medalla en Instagram y lo petan. Muy respetable todo pero si entrenas más y comes menos disfrutas más de la prueba, la filosofía del IM cada vez se está perdiendo más a mi entender.

     Ya está ahí, la meta de mis sueños, hace 10 años vi un vídeo de este Ironman y me dijo un familiar que por qué no me lo planteaba y dije, estas de coña no? Veía a los participantes como auténticos máquinas y la prueba una locura pero aquí está mi cuarto Ironman pero no sólo eso, es LANZAROTE, eso de que el que no hace Lanzarote no es un Ironman, pues ya esta en la saca amigos. Los sueños hay que hacerlos realidad y con sacrificio todo se puede. Pues eso, que me enrollo, ahí estaba la recta de meta con mis primos Esther y Pedro dándome el regalo para hincar la
rodilla frente a la persona a la que debo todo, esta meta está aquí a 10 metros, por ELLA, todo lo bueno que me ha pasado en la vida es por ELLA, te quiero Vane, también estaban mis hijos, siento haberos robado un solo minuto por entrenar, sois los que me empujais en todo momento y os amo más que a mi vida. Entro por ese arco de mi victoria personal bajando de 12 según mi crono ya que se puso en pausa en la caída.



     Lo primero que hago es buscar al médico que está en la misma llegada y cuando ve la herida me lleva para la carpa del hospital de campaña que tenían allí con gente super profesional y super agradable como todos los conejeros, son únicos. Me tratan Faina y Elena, me limpian y cosen la brecha del brazo y así acaba mi cuarto Ironman, en una camilla y 5 puntos pa la saca!!

SWIM 1:13:29     BIKE: 7:08:56     RUN: 3:24:43
                    PUESTO: 369/1650

     GRACIAS a Gerardo de Clínica Futtura por ayudarme con mis problemas de gemelos, sin ti no hubiera llegado my coach. A Manu de Leganés Bike por tenerme la bici como un reloj suizo. A mis primos Pedro y Esther que es el segundo Ironman que vienen, sois únicos, os quiero. Gracias a mis compañeros de trabajo Grey, Penum, Cachopo y el humidificador andante que el ambiente es inmejorable y me han cubierto tantos días. Gracias, por supuesto, al míster que siempre estaba ahí para dar consejos y adaptar algún entreno pese a su escaso tiempo, menudo crack. A los amigos que siempre están ahí siguiendome en directo y sobre todo a mi familia, hermanos, padres, tíos... 
     
     DEDICADO a mi tío Manolo que está corriendo su Ironman particular y que es mi ídolo de persona, un ejemplo a seguir, un luchador. 
     

     
   











jueves, 11 de abril de 2019

HALF SEVILLA




SALVAR LOS MUEBLES EN SEVILLA
          Y muy bien salvados, para venir de donde vengo, empezando a entrenar desde cero la carrera en febrero por el dichoso talón de Aquiles y las condiciones climatológicas en la bici.

         Tras hablarlo bastante con mi mujer decidimos ir el viernes por carretera con los pequeños. El que haya viajado con dos niños de unos 3 y 7 años durante mas de 5 horas por carretera, donde la primera media hora ya te están preguntando, "¿y cuando llegamos?" me entenderá, primera prueba mental del fin de semana. Espero que Asuntos Sociales no intervenga pero tiré de Tablet mas de hora y media... Sin embargo, estar la noche previa a un medio ironman en la habitación del hotel con la familia ayuda y mucho, no te deja pensar más de lo que debes en la prueba y descansas mejor, sin duda.

         Pues eso, de camino a la Ciudad del color especial, del sol y del cachondeo me paré a quitar el cubrebicis porque me daba la sensación que cortaba el aire demasiado y podría tener un disgusto. Todo el camino lloviendo y con fuerte viento, la bici, que me la había dejado tan limpia, engrasada y ajustada Manu, como siempre, para nada. Llegamos al hotel, nos dieron una habitación super grande, cenamos y a la cama, terminamos de ver la peli de dibujos y a mimir.

         Por la mañana tomamos el desayuno en el buffet, en familia y junto al resto de miembros del equipo, con los que dialogo de como y cuando comer ya que nos tirábamos al Guadalquivir a las 15:30 horas. Yo hago un desayuno muy yankee y rico en hidratos para luego a las 13:00 comerme un montadito de tortilla y pavo, una hora antes de la prueba un plátano y antes de entrar al agua un gel ideal para antes del ejercicio físico, el cual ya probé en un entreno fuerte y me vino bien.

          Voy a zona de boxes sobre las 11:00 a recoger el dorsal junto a mis compañeros "Rubiki" y "Kikov", primera visual de la zona y para el hotel a pegar dorsales y preparar material, aunque antes debía pasarme por el coche para coger la garrafa de agua. Menuda sorpresa tenía preparada cuando llegué al vehículo, en forma de charco de cristalitos. Me reventaron por la noche la ventanilla del copiloto para abrirme el coche y revolverme todo, había cristalitos hasta en las sillas de las criaturas. Hay que ser mala persona, porque no se llevaron nada, ni un chubasquero, ni cds, ni el portabicicletas de tres que tenía en el maletero, ni documentación, ni nada. Bueno, tras el momento de crisis, suavizado gracias a la presencia de estas dos maravillosas personas, la parejita, "Kiko" y "Rubi", llamo al seguro, me ponen con la famosa casa de lunas más cercana, donde nos tratan de maravilla y debido a las circunstancias lo arreglan super rápido. De este trámite se encarga mi Santa señora junto a los niños para poder preparar el material de la prueba. Menos mal que al final decidimos venir todos...

          En la zona de guardarropa nos ponemos el neopreno a eso de las 15:00 horas tras dejar el material de las transiciones en las mini cestitas que nos dejan que hasta los oficiales de la Fetri se quedan locos, y más lloviendo que necesitamos más ropa, dejar las zapatillas de la bici para ponerlas secas y demás. En la cestita dejo ropa seca en bolsas cerradas herméticamente con sus toallas respectivas ya que nos vamos a mojar pero se agradece empezar seco al menos cada disciplina. Mientras nos ponemos los neoprenos vemos como la intensidad de la lluvia se va incrementando aunque a la hora de meternos al agua baja bastante. En ese momento estar mojados nos daba igual, ya que nos íbamos a meter a las "ricas" aguas del Guadalquivir, si, digo ricas porque le di un par de buenos tragos involuntarios, y de sabor no anda mal el rio "andalú", me voy a hacer "cataor" de aguas de río y charcas varias.
     
  El agua se me dio mas menos bien teniendo en cuenta que nunca ha sido mi fuerte, la temperatura de unos 18 grados, ideal para nadar, pues disfruté que es lo que siempre intento y no recibir muchos golpes es también importante, y así fue, me llevé un par de toques y poco más, no me sentí especialmente agobiado. El recorrido bonito, por un lado arboleda y por el otro edificios de la ciudad de Sevilla, pasando bajo el puente del Alamillo y con gente animando desde las orillas, es lo malo que tiene el mar, que nadie puede verte, vamos que para lo que hay que ver tampoco... mencionar el detallito de tener que subir en la mitad del recorrido un pantalán tirando de brazos y volvernos a tirar, estuvo gracioso estrenar el nuevo neopreno arrastrándome el pecho por la madera, que por cierto fui bastante cómodo.

          Primera transición, la transición de las dudas aunque yo lo tengo claro, de hecho nado por primera vez con la parte de arriba del mono bajado, una por tener menos freno en los hombros y sobre todo para secarme y ponerme más rápido la térmica. Me costó unos minutos poder meterme la camiseta con la piel húmeda a pesar de que me sequé bastante, me subo la parte de arriba del mono y me pongo un cortavientos, llamarme exagerado pero soy bastante más de calor que de pasar una gota de frío. Y a pesar de que la mayoría de gente iba tan solo con el mono yo no pase nada de calor y en las zonas de granizo, si, de granizo a saco, las capas de ropa me evitaron algo de dolor, no quiero pensar las que pasaron los que iban sin nada, bueno si, Kiko tenía muestras, moratones por los brazos.

          No sólo hubo granizo y agua sino como es lógico en cualquier tormenta, muchísimo viento donde en un momento dado nos mandó a mi y a todos los que tenía a la vista a la orilla izquierda de la carretera, fue una auténtica batalla física y psicológica en la parte de la bici, había zonas con riadas donde había que tener mucha precaución. Desde el kilómetro 70 fui a menos ya que tenía dolor de espalda y a pesar de haber comido y bebido como hago habitualmente en entrenamientos y competición, sufrí de ácido láctico en las piernas, unos pinchazos bastante continuados que no me dejaban ir a buen ritmo. Llegando a boxes, pasando de nuevo por el parquecito dichoso, por un camino con, no curvas, sino esquinas super cerradas y zonas de empedrado, estaba mi amada familia animando pero no me vieron ya que iba con el cortavientos y no me supieron distinguir.

          Finalizado el sufrimiento de la bici que sólo disfruté la primera mitad del recorrido me bajo de ella con unas ganas tremendas, la cuelgo, me quito toda la ropa extra y me dispongo a correr con calcetines secos y visera por si llueve y no moleste el goteo en los ojos.
         Siento que comienzo a correr demasiado deprisa porque voy adelantando gente muy "parada" y pienso, como siempre, si lo pagaré. Fui muy a gusto hasta el kilómetro 10 que encuentro un Clavería (gracias "Aguado") que prácticamente va a mi ritmo y con el que intento aguantar. Consigo ir a su "rueda" todo el camino, no sin un esfuerzo extra ya que había momentos que subía algo el ritmo y ya si que temía seriamente tener una pájara antes de llegar a meta, llevábamos un ritmo de poco más de 4 minutos el kilómetro. Llegando, a un kilómetro más o menos, creo distinguir un Ironness y según me voy
acercando a él veo que es "Moha", le digo al chaval del Clavería que no le quiero esprintar pero que quería llegar a la altura de mi compañero y a 100 metros esprinto hasta llegar a mi gran compañero "Moha" con el que entro en meta con un tiempo de 5:09, tiempo discreto pero como ya digo en el Título de esta nueva chapa, era un día para salvar los muebles.

          ENHORABUENA a todo el equipo, Boss ganando en su categoría, esta intratable, Cónsul con su super clase, Moha con su humildad, Kiko que está medio lesionado y como fue en la bici el tío, Antuan con su capacidad de sufrimiento y Rubiki que da envidia con la filosofía que se toma todo. Felicidades a la organización, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y voluntarios que sin ellos todo esto no se podría llevar a cabo y gracias a los pueblos y sus gentes por los que pasamos.
          MIL GRACIAS al amor de mi vida, a mi compañera, amiga, oxígeno, pilar y a mi princesa, mi diablillo y a los 4 abuelos que sin ellos no podríamos hacer nada. Gracias también a mi mecánico preferido, Don Manuel, de LEGANES BIKE y a mi fisio maquinón, que estoy a ver si le engaño con el tri, Don Gerardo, de CLINICA FUTTURA.